Quito, 19 jul (Prensa Latina) El incendio forestal de grandes proporciones en la sureña provincia ecuatoriana de Azuay, continúa activo hoy y ha arrasado hasta ahora 320 hectáreas de bosque.
Las llamas comenzaron a devorar foresta desde este miércoles y siguen su arrollador paso, pese a que casi 100 bomberos de diversos municipios trabajan para apagar el incendio que se presume fue provocado por la actividad humana.
En su último informe, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) indicó que las áreas afectadas pertenecen a las ciudades Girón y Santa Isabel en esa jurisdicción de la Sierra ecuatoriana.
La SGR explicó que las ráfagas de viento, el incremento de la temperatura en la Sierra y la alta radiación ultravioleta han influido en la propagación de este siniestro.
Este año se han registrado 631 incendios forestales en 16 provincias de esta nación sudamericana y estos eventos han ocasionando la pérdida de más de cinco mil 200 hectáreas de vegetación.
Las provincias con mayores pérdidas en cobertura vegetal son Pichincha, Carchi, Azuay, Guayas, Chimborazo, El Oro, Tungurahua e Imbabura.
La catástrofe ocurre en pleno verano, cuando los índices de calor crecen considerablemente.
Los especialistas explican que en esta época las provincias andinas y costeras están expuestas a una mayor amenaza por las altas temperaturas, el bajo contenido de humedad en el ambiente, la escasa nubosidad, así como el incremento en la velocidad del viento y la radiación ultravioleta.
Este jueves, el Cuerpo de Bomberos de Quito, la capital del país, lanzó una campaña para evitar incendios forestales, flagelo que ha afectado este año 325,64 hectáreas, en 70 eventos.
Además de los factores ambientales, la actividad humana propicia los siniestros y por eso la alcaldía municipal de Quito y los bomberos de la urbe presentaron la campaña Juntos contra el fuego.